Los knedlíky, que son una suerte de suculentas «albóndigas» de harina que suelen ser un acompañamiento muy típico de los platos checos, pueden encontrarse elaborados de patata o incluso de pan rallado. Por regla general se proparan en rodajas antes de ser servidos en un plato.
El plato más popular (considerado plato nacional) es el cerdo asado con pasta y col (vepřová pečeně s knedlíky a se zelím, coloquialmente vepřo-knedlo-zelo) es considerado el plato checo más representativo de su cocina. Existen dos variantes de preparación de la col, al estilo Bohemio y al estilo de Moravia. Los habitantes de Bohemia prefieren la col ácida, de esta forma preparan el plato a partir del sauerkraut. En Moravia se prefiere que la col sea más dulce y por esta razón se prepara a partir de la col fresca, o añadiendo algo de azúcar, si la variedad fresca no fuese accesible. Pero estas variantes no son estrictas y pueden encontrarse en casi todo el territorio de la República Checa.
El lomo marinado (svíčková na smetaně o simplemente svíčková). Es una especie de Roast beef, generalmente lardeado, con una salsa elaborada a base de zanahorias, perejil y crema, acompañada con los knedlíky. Servido a menudo con una cucharada de crema y salsa de arándanos o compota de arándanos y unas rodajas de limón.
Uno de los más curiosos para el mundo hispanohablante es el španělský ptáček, que traducido literalmente significa «pajarito español», aunque no tiene nada que ver con ave alguna pues se trata de un rollo de carne (generalmente de ternera) relleno. Es muy popular la sopa de puré de patatas denominada Kulajda que se suele decorar y aromatizar con eneldo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario